Un post remixado

Este post comenzó a diseñarse durante un insomnio a las 6. Un llanto de ... me despertó y costó conciliar el sueño. Es lo que más me costó escribir y que más tiempo de edición tuvo. ¡Qué tiempos aquellos! Ya pasaron 30 años de esa promoción de 5° C del Colegio Guadalupe. Eramos muy tiernos, aún no salidos del cascarón... Nos faltaba toparnos con la vida, con la realidad... Hoy todo es distinto, cuasi cincuentones criando y encarrilando a nuestros hijos. Es más, alguno hasta podría ser abuelo.Me agarró nostalgia y recurrí a esa famosa foto, donde ya había pasado la discusión de "separatistas" o no. Esa foto en el patio, ya gastado de tantos partidos de fútbol robados a la hora de gimnasia y hasta que alguien nos dijera que nos teníamos que ir. Hoy quedan en el recuerdo, con dolores en los huesos y la mente puesta en otras cosas. Ese colegio enclavado en el corazón del barrio de Palermo, que tan bien refleja Jorge Fernández Díaz en sus libros Mamá y Fernández. Ubicado frente a la Plaza Güemes, a la que la modernidad se empecina en querer llamar Freud, donde un sujeto al que llamábamos Pistola era amo y señor y decidía quién podía cruzarla o no. O donde un entonces ignoto Quique Wolf nos veía gastar los zapatos sobre la vereda de la plazoleta de Charcas... ¡El viejazo total!También había pasado el golpe militar de 1976 que también nos agarró verdes (por lo inmaduros, no por el color de fajina), aunque alguien tuviera una información. Las tardes de gimnasia o de los deportes, donde cada uno despuntaba el vicio practicando el que más le gustaba: handball, basquet, volley y rugby. El fútbol era para entrecasa, contra otras divisiones o contra nosotros mismos. Pero vayamos a la foto. A esa imagen de la ternura, aunque nos acompañe un profesor de Historia que años después fue jefe de la Policía Federal y que en su infaltable carterita guardara la 45 reglamentaria. Cada uno tiene su historia.De izquierda a derecha y de arriba hacia abajo:

Marcelo Pensa.- Su servidor. Creador de Megalomania y alguien que estuvo ausente durante muchos años del cobijo de sus amigos. Hoy, a los 48, trato de vivir mi vida, siguiendo los progresos de sus hijas. Si bien con "delirios de grandeza", una persona a la que le cuesta hablar de sí mismo.

Rubén Di Liddo.- Nadie sabe nada del Gordo. Un compinche de toda hora que se fugó de un día para el otro. No sabemos si tiene hijos, si se casó, si vive cerca, si vive... El las hizo todas, desde imitaciones hasta insultos encubiertos a los profesores. O cuando se llevó esa tortuga-timbre con el cual simulaba el fin de la hora de clase.

Guillermo Sastre.- Guille hoy vive en un lugar tranquilo, donde no pasa nada, donde los docentes cobran bien, donde por las calles se circula tranquilo... Vive en Santa Cruz y también está vinculado con el periodismo. Otro aglutinador de multitudes que invadíamos su casa o su quinta de Padua. O conseguía entradas para ver a Boca desde los palcos, donde nos comimos las puteadas de un exaltado Victorio Nicolás Cocco porque habíamos gritado de un 2 a 2 contra Atlanta un viernes por la noche y con lluvia. ¿Se acuerdan?

Ricardo Dumanjó.- ¡¡¡¡Pobre Ricardo!!!! Parece que perdió la memoria. Como hay cosas que no recuerda le cuento que ambos vivíamos en Belgrano, por lo que nos convertimos en habituales usuarios de las líneas 68 o 152. Creo que no vale la pena agregar mucho más...

Julio Degano.- Julito, otro fanático de Boca, fue un gran compañero inseparable desde la primaria. Excelente alumno y amigo, al que también hace mucho que no veo. Fue quien me quitó el puesto de arquero en el equipo de la división. Aseguro que yo era mejor arquero durante la primaria y que después, por propia elección y beneficio de la altura, me dediqué al basquet.

Francisco Putruele.- Pancho fue mi amigo inseparable. Incluso, lo recuerdo desde que teníamos 6 años y viajábamos en el micro. Lo pasábamos a buscar por su casa del barrio de Almagro. Otros lo llamaban el Cabezón y Caludio (ya llegaremos a él) se sorprendió por otras dotes. Fue quien me ayudó a estudiar y a copiarme. Fue con quien compartí una semana de lluvia en San Antonio de Areco y la alegría de los 15 de mi hija mayor. También lo dejé de ver durante muchos años y fue al primero que recurrí ante mi necesidad (buena, aclaro) de regresar al calor de los "chicos". Todos los días lo tengo presente y me gustaría que pudiéramos compartir más tiempo juntos.

Claudio Oliveira.- Otro amigo de la infancia, desde los seis años. Recuerdo un día que me invitó a su cumpleaños, teníamos siete años, y jugamos durante horas un cabeza a cabeza con un dado. Otro fanático de River e integrante de los odiados "separatistas", pero amigo de todos. Se que tuvo problemas de salud y de los otros y que estaba en un importante hotel. Gran amigo y que tenía una hermana con la que todos nos babeábamos y que ví muchos años después (casada por cierto) paseando por la calle Alem de Mar del Plata. Su zurda causaba estragos en las defensas rivales, pero lagunero como pocos.

Juan José Romano.- El Tano era un férreo defensor, duro de pasar por los atacantes y con quien compartí algunos partidos internos. Gran tipo, con quien compartí no hace mucho un baile con música de Rafael Sarmiento.

Marcelo Feijoó.- Coquito o Coco es mi hermano mellizo: ambos nacimos un 23 de febrero del mismo año. Hoy farmacéutico, el año pasado se hizo famoso poniendo su rostro para un spot televisivo de Vick. Juntos vivimos temporadas en Punta Mogotes, cuando aún éramos muy niños. Unica persona que patentó el levante de volley con tres dedos. ¡Nunca visto!

Carlos Saikali.- Al Turco no lo ví nunca más. Se que vive en Italia y que pasó duros momentos, pero porque me lo contaron. Una de las personas más fuertes y más rápidas que conocí, por lo que era importante en los campeonatos de rugby. Me gustaría volver a verlo. En la foto, antes que él, está el profesor Gómez (alias el Paco, porque lo veíamos paracido a Francisco Manrique), que poco tiempo después de esta foto fue jefe de la Policía Federal.

Daniel Pedrazzoli.- Pirín (por Gradassi, ya que era fanático de Ford y yo lo cargaba con Chevrolet) hoy vive en España y cada tanto cruzamos un mail, como cuando me saludó por el nacimiento de Emilia. Otro gran tipo y fanático de Boca, al que me gustaría que cuando venga por aquí poder invitar con un café y charlar largo y tendido.

Claudio Díaz.- Caludio era, es y será un fenómeno. No recuerdo porqué pero un día le pegué una trompada en un partido de fútbol. Esas cosas del deporte y de chicos. Pero después fuimos compinches dentro de una cancha de basquet y cuando requiero una respuesta de un contador ahí está.

Fernando Ravaglia.- El Rata se acuerda de cosas que uno escondió en su memoria. Canciones y otras cosas que nos unieron durante la primaria y la secundaria. Junto con Pancho éramos inseparables. Los "boludos" de la división, que nos juntábamos a tocar la guitarra o a bailar en mini asaltos. Sus hijos fueron y son alumnos del Guadalupe, siguiendo la tradición familiar. Otro con quien me encanta reunirme -cuando los tiempos lo permiten- y charlar mucho. De fútbol ni hablar: hincha de Racing y patadura por excelencia. Eso sí, siempre puso empeño para todos los deportes.

Gerardo Boto.- Juro que no recuerdo si tenía o no apodo. Ahora vive en España, pero durante nuestra adolescencia era un rompe bolas con todo lo que tuviera relación con Estados Unidos. Ahora, a la distancia, lo aborrece y jura que nunca fue así, pero lo recuerdo poniendo con tiza en el pizarrón que había ganado las elecciones Gerard Ford.

Claudio Mendizábal.- Otro habitante de Belgrano y a quien volví a ver durante una cena hace algunos años. También compartí hermosos momentos y creo que en el fútbol también era muy limitado, aunque tenía una cosa a favor: su amor por Boca.

Enrique Pochat.- Por una u otra razón mi vida siempre estuvo ligada a Quique. Era compañero de sus primos durante la primaria (con Hernán éramos inseparables y un día mi vieja me obligó a devolverle unas figuritas que de manera legítima le había ganado utilizando la localía de mi casa y Alfredo a quien manos asesinas le quitaron la vida un 4 de junio de 1997 cuando realizaba una investigación) y otros familiares operaron a mi abuela. Su padre fue quien nos acompañó en nuestro viaje de egresados. Hoy vive en Estados Unidos y, además de sus tareas, hace magia.

Ricardo Francini.- El Yeti es fanático de River y quien genera largas discusiones vía mail. Vive en Estados Unidos y hace alarde de sus condiciones futbolísticas. Era un típico voltea muñecos, por su potencia física, pero cero habilidad. Por más que insista, ningún técnico lo tendría en cuenta ni para integrar el banco de suplentes. En tercer año fue la envidia de todos, ya que conocía al profesor Licio (de Contabilidad) a quien todos le teníamos un pánico enorme.

Fernando Montiel.- Nando, El Nene o sólo El Pendejo fue, es y será mi amigo. Fue, porque con mi viejo lo pasábamos a buscar todos los días con el auto por su casa. Es, porque hablamos o nos comunicamos por mail bastante seguido y a quien le conté los problemas que padecí el año pasado y será porque no pienso perderle pisada, por más que no nos veamos tan seguido. Compinche en las correrías y con quien sufrimos las puteadas aquellas en la cancha de Boca.

Ismael García Vales.- ¿Qué otro apodo le puede corresponder que no sea El Gallego? Hoy vive en España y es otro de los entrañables escritores de mails. Suele encontrarse con Pirín en la madre patria y desde ahí manda fotos de los mismos. Fanático de Boca y un gran cabeza dura.

Sergio Bolzico.- Píloro (porque fue operado al nacer) fue otro gran compañero de basquet y de la vida. No lo veo desde hace años y me gustaría que se rompa esta postura y que nos encontremos.

Gabriel Vitis.- El Negro era y es otro de los que ponía la casa para las reuniones. Lo volví a ver a fines de 2005 después de muchos años y problemas, de él, en el camino. Estuvo mucho tiempo en Europa y regresó renovado y con ganas de superar aquellas cuestiones. Incluso, cuando nos cruzamos mails, me demostró tener un corazón enorme y digno de dejar aquí plasmado. Nos debemos algún café y hablar de autos y otras cuestiones de la vida.

Carlos Moreschi Bascougnet.- No era de mis grandes amigos, pero sí un buen compañero. Otro con quien compartía los colectivos hacia Belgrano y a quien no veo desde que nos recibimos.

Roberto Pasquariello.- El Tano es un tipo de fierro. También lo fue durante la secundaria. Hoy está vinculado con la publicidad y una vez compartimos un asado en su casa en Vicente López. Ese día Argentina perdía con Brasil la final de la Copa América y debíamos ir sin nuestras mujeres. Otro de los que se acuerdan a través de mails o por teléfono y ponen el hombro en momentos duros.

Marcelo Canda.- Con Pete (aclaro que siempre tuvo ese apodo y no tenía connotaciones sexuales) estuvimos juntos desde primer grado. Ibamos juntos a Geba. Los viejos de ambos tenían afinidad... Pero un día algo se rompió y no fue su mandíbula, la que golpeé el día que, porque llegó tarde, perdimos el campeonato interno de volley que teníamos en el buche. Me quería retirar campeón y con la medalla. Pero no fue así: perdimos los puntos por aquella boludez. Volvimos a vernos con el paso del tiempo (que todo lo cura) y hasta dibujamos algún que otro negocio en conjunto. Fanático de Huracán (si, leiste bien), aunque ahora se quería cambiar de equipo a la vejez viruela (término antiguo si lo hay).

Matías Cadailhon.- El Negro era un rompe bolas con el Chapa Branca y Curupaity. Hoy vive en Santra Cruz de la Sierra y estuvo por Buenos Aires a comienzos de 2006, justo el día que mi esposa perdía un embarazo. Me hubiese gustado verlo y abrazarlo, ya que por un día también pudo ser mi hermano.

Gabriel Sánchez.- De Gaby se muy poco, pero lo recuerdo como el cheto de la división. Su andar trabado lo distinguía del resto y lo convertía en un ganador. Se que vive en el interior bonaerense y no lo veo hace mucho.Falta en la foto Felipe Somoza (alias Esculapio Mercklin) un tipo de ley que te hace reir o llorar al instante. Quiero hacer una mención para Marcelo Diez Gómez. "Ojitos" no está en la foto porque se habia cambiado de colegio un año antes, pero las vueltas de la vida lo llevaron a ser el precursor de las reuniones de egresados, como si nos hubiese acompañado hasta el final. A la distancia, a los que no están en Argentina, va mi abrazo. A los demás espero verlos en pocos días. Es una promesa.

PD: El post se modificó por varias razones. Una no viene al caso. La otra, como consecuencia que días pasados recibí un mail de uno de los integrantes de aquel grupo. No lo voy a mencionar, pero me pidió que sacara algunas cosas que escribí por el mes de junio del año pasado. Aquí está la versión remixada. Una lástima. De paso cuento que no hubo muchos cambios. Matías sufrió un problema cardíaco en Bolivia y le mandamos mails y un video para darle ánimos. A Claudio Oliveira lo vi mientras estacionaba el auto. Cuando bajé lo perdí de vista. El resto, todo igual... Eso sí, más viejos.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
MARCELO, ME GUSTARIA COPIARLO Y ENVIARLO POR MAIL A TODOS LOS MUCHACHOS. ME DEJAS??? ESTA BUENISIMO Y ES EL MOMENTO JUSTO. UN ABRAZO!!! FER
Marcelo Pensa ha dicho que…
Fer, no me tenés que pedir permiso para nada. El blog está puesto para Uds., para todos. El original lo podés buscar en junio del año pasado. Hubo unos retoques por fuerza mayor. Te mando un abrazo grande.
Anónimo ha dicho que…
Hola Marcelo, muy emotivo tu blogg.
Te cuento que fui compañero de trabajo, hace muchos años (más de 20) de Ismael García vales, Claudio Díaz y también un breve lapso de Sergio Bolzico.
Me gustaría saber si podés transmitirles mi correo o si podés pasarme el de ellos, a fin de tomar contacto con ellos y saber que ha sido de sus vidas.
Me llamo Gustavo Gatti y mi correo es gfg@copetel.com.ar de Mar del Plata.
Gracias.